¿Qué es la seda? Fabricación y uso en la moda

La seda es una fibra natural de origen animal que se obtiene a partir del capullo del gusano Bombyx mori. Su textura suave, su brillo discreto y su ligereza la han convertido, desde hace siglos, en uno de los tejidos más apreciados del mundo. 

En la moda, la seda se valora por su capacidad de adaptarse al cuerpo con elegancia y por su resistencia a pesar de su aparente fragilidad. En el universo de SHON MOTT, este material representa la unión entre naturaleza, tiempo y oficio: un tejido noble que invita a redescubrir la calma y la pureza de lo esencial.

El origen de la seda: de la naturaleza a la artesanía

La historia de la seda nace en Oriente, en los antiguos telares de China, donde se descubrió el secreto de su obtención hace más de cinco mil años. Con el tiempo, su comercio se extendió por la llamada Ruta de la Seda, conectando culturas y saberes a través de hilos que tejían tanto tejidos como relatos.

Cada capullo encierra miles de metros de un hilo continuo que, con paciencia y destreza, se transforma en un tejido de brillo natural y caída perfecta. Su origen artesanal continúa siendo, aún hoy, una expresión de respeto hacia la naturaleza y el tiempo que requiere cada pieza.

¿Cómo se produce la seda? Un proceso que respira tiempo y precisión

El proceso de producción de la seda conserva la misma delicadeza que su resultado. Tras la cría del gusano de seda, los capullos se recogen y se someten a un proceso de devanado en agua templada, que permite extraer el hilo continuo.

De ahí surge la fibra que, tras su limpieza, torsión y tejido, dará forma a la tela final. Es un trabajo que exige lentitud y precisión, dos cualidades que también definen el enfoque de SHON MOTT hacia la confección: prendas que se fabrican con intención de versatilidad y durabilidad.

Propiedades y cualidades de la seda natural

Más allá de su belleza, la seda es un tejido técnico por naturaleza. Regula la temperatura corporal, permite que la piel respire y se adapta con suavidad a cada movimiento. Su brillo discreto, aporta una luz natural y equilibrada.

A diferencia de las fibras sintéticas, la seda es biodegradable, duradera y resistente al paso del tiempo si se cuida adecuadamente. Por eso, en SHON MOTT se selecciona cuidadosamente cada tejido, buscando ese equilibrio entre estructura y ligereza, entre la forma y la sensación al contacto con la piel.

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Cómo lavar la seda sin dañarla?

Lavar la seda requiere el mismo respeto con el que fue creada. Lo ideal es hacerlo a mano, con agua fría y un jabón neutro o específico para prendas delicadas. Se recomienda evitar el retorcido y, en su lugar, presionar suavemente el exceso de agua con una toalla limpia.

Nunca se debe exponer la seda directamente al sol: el secado a la sombra ayuda a conservar su color y brillo natural. Por último, se sugiere conservar cada prenda colgada o doblada en un espacio ventilado, lejos de la humedad y del roce con materiales ásperos.

 Cómo planchar la seda para mantener su textura original

La seda debe plancharse con cuidado, a baja temperatura y preferiblemente del revés. Un ligero toque de vapor puede ayudar a alisar sin dañar las fibras. Es importante evitar el contacto directo con el metal caliente, especialmente en tejidos finos o con acabado satinado.

El objetivo no es dejarla rígida, sino devolverle su caída natural, esa fluidez que la hace moverse como el aire. La seda no busca perfección: busca armonía.

La seda en las colecciones de SHON MOTT

En SHON MOTT, la seda se convierte en una extensión del propio cuerpo. Aparece en camisas que acompañan el movimiento, en faldas que fluyen al ritmo del día y en tops que abrazan la piel con ligereza. Cada prenda nace de una mirada honesta hacia los materiales y hacia quienes los visten.

La seda, por su nobleza y su tacto, refleja la filosofía de la marca: un diseño funcional, honesto y lleno de intención. Prendas que no buscan llamar la atención, sino permanecer.

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 Preguntas frecuentes sobre la seda

¿Qué diferencia la seda natural de la sintética?

La seda natural proviene del capullo del gusano Bombyx mori, mientras que la sintética se fabrica a partir de polímeros derivados del petróleo. La primera respira, regula la temperatura y envejece con elegancia; la segunda tiende a perder suavidad y brillo con el tiempo.

¿Por qué la seda se considera un tejido sostenible?

Al ser una fibra biodegradable y de origen natural, la seda tiene un impacto ambiental menor que otros materiales industriales. Su durabilidad y el proceso artesanal de producción refuerzan su carácter sostenible, especialmente cuando se elabora localmente.

¿Qué prendas de seda son más versátiles?

Las camisas y blusas de seda son piezas clave por su capacidad de adaptarse tanto a contextos formales como cotidianos. También destacan los pantalones y faldas de seda, que aportan movimiento y elegancia con la discreción que define el estilo SHON MOTT.